27 de febrero de 2008

Dinosaurios

"Sí, me molesta que a los aficionados se nos criminalice, pero aún me molesta más que sean los propios músicos los que tomen esos argumentos. Lo malo de los dinosaurios es que no ven llegar el fin del mundo mientras tratan de pisar a los pequeños animales insignificantes para ellos. Lo bueno para nosotros, pobres insectos, es que al mundo de la música les sobran unos cuantos de esos dinosaurios."

(Probertoj es editor de Hipersónica, además de mantener El Ruido de la Calle)

Ligeramente superior

Pues bien, tengo que reconocer que este chaval lo resuelve (el cubo de Rubik) ligeramente más rapido que yo (mi modesta marca: 3 min y 33 seg, ante testigos XD, ¡gracias Eli, por cronometrarme!

25 de febrero de 2008

En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos

Hay que leerlo línea a línea de arriba a abajo y luego de abajo a arriba.


En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos.
Sólo los imbéciles pueden creer que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque si hay algo seguro para nosotros es que
la honestidad y la transparencia son fundamentales
para alcanzar nuestros ideales
Demostraremos que es una gran estupidez creer que
las mafias seguirán formando parte del gobierno
como en otros tiempos
Aseguramos sin resquicio de duda que
la justicia social será el fin principal de nuestro mandato.
Pese a eso, todavía hay gente estúpida que piensa que
se pueda seguir gobernando con las artimañas de la vieja política.
Cuando asumamos el poder, haremos lo imposible para que
se acaben las situaciones privilegiadas y el tráfico de influencias.
No permitiremos de ningún modo que
nuestros niños tengan una formación insuficiente.
Cumpliremos nuestros propósitos aunque
los recursos económicos se hayan agotado.
Ejerceremos el poder hasta que
comprendan desde ahora que
Somos la nueva política.


Lo sacó Berto en Buenafuente, aunque circula por internet.

20 de febrero de 2008

19 de febrero de 2008

Cosas chungas al volante

Hay que ver lo tontos que llegan a ser algunos. Y lo peligrosos....

Novedades

Estaba viendo las ya prácticamente definitivas noticias sobre la tan cacareada Guerra de Formatos que han mantenido hasta ahora Sony y Toshiba, con el Bluray y el HD-DVD como formatos respectivos de disco óptico, y desde aquí le deseo a Toshiba que haya más suerte en el futuro.

Por otro lado, ayer inauguré un nuevo blog, en este caso de trata de un "no-blog-wiki-informático", que estará dedicado a exponer tutoriales sobre temas informáticos y que ahora mismo (XD) sólo tiene una presentación y ningún artículo. Su nombre, Wikimática.

Saludos

8 de febrero de 2008

¿2001 en 1968? Aquello era optimismo

Vía Microsiervos

En 1968, en la obra de Arthur C. Clarke 2001: una odisea del espacio la computadora HAL 9000 discutía sobre sus sentimientos… Cuarenta años más tarde, las computadoras no pueden discutir ni con los drivers de las impresoras.

7 de febrero de 2008

5 formas de perder el tiempo

Las cinco formas más potentes de perder el tiempo

1. Ver la tele.
2. Ver la tele.

3. Ver la tele.
4. Ver la tele.
5. Ver la tele.

4 de febrero de 2008

1 de febrero de 2008

¡Esos Frailes!

Curiosa historia extraída del libro "Con ánimo de ofender", de Arturo Pérez Reverte, merece la pena leerla, la verdad.

Frailes de Armas Tomar.

De vez en cuando me doy una vuelta por los viejos avisos y relaciones del siglo XVII, aquellas cartas u hojas impresas que, en la época, hacían las veces de periódicos, contando sucesos, hechos bélicos, noticias de la corte y cosas así. Con el tiempo he tenido la suerte de reunir una buena provisión en diversos formatos, y algunas tardes, sobre todo cuando tengo un episodio de Alatriste en perspectiva, suelo darles un repaso para coger tono y ambiente. Su lectura es sugestiva, a veces también desoladora –comprendes que ciertas cosas no han cambiado en cuatro siglos–, y en ocasiones muy divertida. Ése es el caso de una relación con la que di ayer. Está fechada en 1634, y se refiere a la peripecia de tres frailes mercedarios españoles que viajaban frente a la costa de Cerdeña. Me van a permitir que lo cuente, porque no tiene desperdicio.

El barco era pequeño y franchute, llevaba rumbo a Villafranca de Nizo, y a bordo, además de los tres frailes españoles –Miguel de Ramasa, Andrés Coria y Eufemio Melis–, iban el patrón, cuatro marineros y cinco pasajeros. A pocas millas de la costa se les echó encima un bergantín turco –en aquel tiempo se llamaba así a todo corsario musulmán, berberiscos incluidos– haciendo señales de que amainasen vela. El patrón se dispuso a obedecer, argumentando que, siendo francés el barco, podrían negociar con los corsarios y seguir viaje a salvo. Pero los tres frailes, súbditos del rey de España, no veían las cosas con tanto optimismo. Ustedes se escapan de rositas, protestaron, pero nosotros vamos a pagar el pato. Por religiosos y por españoles, pasaremos el resto de nuestras vidas apaleando sardinas al remo de una galera, o cautivos en Argel o Turquía. Así que, de perdidos al río, resolvieron cenar con Cristo antes que en Constantinopla. Que el diálogo de civilizaciones, apuntaron, lo dialogue la madre que los parió. De manera que se remangaron las sotanas, se armaron como pudieron con cuatro chuzos, tres escopetas y tres espadas sin guarnición que había a bordo, y amotinándose contra los tripulantes del barco, los metieron con los cinco pasajeros encerrados bajo cubierta. Después pusieron trapos en torno a las espigas de las espadas para que sirvieran de empuñaduras, y se hicieron una especie de rodelas amarradas al brazo izquierdo con almohadas y cuerdas. Luego se arrodillaron en cubierta y rezaron cuanto sabían. Salve, regina, mater misericordiae. Etcétera.

Ahora, háganme el favor y consideren despacio la escena, que tiene su puntito. Imaginen ese bergantín corsario de doce bancos que se acerca por barlovento. Imaginen a esos feroces turcos, o berberiscos, o lo que fueran –veintisiete, según detalla la relación–, amontonados en la proa y en la regala, blandiendo alfanjes y relamiéndose con la perspectiva, en plan tripulación del capitán Garfio. Imaginen la sonora rechifla del personal cuando se percata de que en la cubierta de la presa no hay más que tres frailes arrodillados y dándose golpes de pecho. Y en ésas, cuando los dos barcos están abarloados y los turcos se disponen a saltar al abordaje, los tres frailes –los supongo jóvenes, o cuajados y correosos, duros, muy de su tiempo– se levantan, largan una escopetada a quemarropa que pone a tres malos mirando a Triana, y luego, gritando como locos Santiago y cierra España, Jesucristo y María Santísima, o sea, llamando en su auxilio al santoral completo y al copón de Bullas, tras embrazar las almohadas como rodelas, se meten en la nave corsaria a mandoble limpio, acuchillando como fieras, dejando a los turcos con la boca abierta, perdón, oiga, vamos a ver, aquí hay un error, los que teníamos que abordar éramos nosotros. Con la cara del Coyote tras caerle encima la caja de caudales que tenía preparada para aplastar al Correcaminos. Y así, en ese plan, dejando la mansedumbre cristiana para días más adecuados, los frailes escabechan en tres minutos a doce malos, que se dice pronto, y otros cinco se tiran al agua, chof, chof, chof, chof, chof, y el resto, con varios heridos, pide cuartel y se rinde después de que fray Miguel Ramasa le atraviese el pecho con un chuzo al arráez corsario, «juntándose los dos tanto, que le alcançó el turco a morder en una mano, y acudiendo fray Andrés Coria le acabó de matar». Con dos cojones.

Ocurrió el 21 de octubre de 1634, día de santa Úrsula y de las Once Mil –una más, una menos– Vírgenes. Y qué quieren que les diga. Me encantan esos tres frailes.

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